miércoles, 22 de mayo de 2013

Formación en Integración Sensorial

Formación Básica en Integración Sensorial para Terapeutas Ocupacionales o estudiantes de Terapia Ocupacional. Más información; info@clinicasentits.com







miércoles, 15 de mayo de 2013

El tacto y el bebé: el primer medio de comunicación con la madre


La estimulación táctil de los padres es vital para el desarrollo sano del niño

¿Cómo generan los bebés sus primeras sensaciones táctiles?

El proceso neuronal es el siguiente: la corteza táctil se localiza principalmente por el lóbulo parietal del cerebro y tiene como función la recepción e interpretación de los estímulos táctiles. Dicho lóbulo se encuentra situado entre el córtex prefrontal por la parte anterior, el occipital por la posterior y el temporal en la inf
erior.   
Una vez discriminado el estímulo táctil por las áreas parietales primarias, tendrá lugar un proceso de descifrado del significado de la estimulación táctil: el lóbulo parietal esta asociado el conocimiento de objetos mediante el tacto.
Neuronas sensoriales de la piel
La vía de entrada de la información táctil al cerebro tiene lugar en los diferentes receptores táctiles de la piel. En la piel existen varios mecanoreceptores: los corpúsculos de Meissner, las células de Merkel, los corpúsculos de Pacini y las terminaciones de Ruffini aunque estos últimos no parecen desempeñar un papel importante en el sentido del tacto.

Las llamadas células de Merkel tienen una adaptación lenta y responden muy bien a estímulos de baja frecuencia. Son sensibles a deformaciones locales y pueden considerarse sensores de presión estática. Los corpúsculos de Meissner y Pacini, sin embargo, se adaptan rápidamente y responden bien a estímulos de alta frecuencia como pequeñas vibraciones producidas por pequeñas elevaciones o depresiones (unas milésimas de milímetro) en una superficie como las que se producen cuando se resbala algo que agarramos o en texturas finas.
El tacto y el bebé

El tacto como el primer vínculo madre-hijo

El tacto primer vínculo madre-hijoEl tacto es el primer medio de comunicación entre la madre y el bebé. A través del contacto con la piel de su madre, el niño capta sus vibraciones y experimenta los sentimientos que ella le proporciona. En los primeros días de vida, las madres y padres pueden reconocer a su propio bebé acariciando la mejilla o la mano de éste. En estos primeros periodos de vida el tacto es también muy importante para el desarrollo emocional del bebé y el niño, por este motivo y por la influencia en los procesos cognitivos posteriores es necesario que los padres desarrollen desde el nacimiento la sensibilidad táctil en sus hijos.

Las sensibilidad táctil aumenta las respuestas del niño que da al ambiente. De hecho, en un estudio llevado a cabo con bebés se comprobó que las caricias suaves llevaron a los bebés a sonreír y a estar más atentos ante la cara del adulto. Tan pronto como los niños pueden coger objetos, el tacto se convierte en un medio muy importante, a través del cual adquieren información del medio ambiente.

Las primeras estimulaciones del tacto en el bebé

El proceso de evolución de la percepción táctil viene asociada con el desarrollo cerebral en los primeros meses del pequeño.  La estimulación táctil pasiva de los padres y la estimulación mediante la boca del bebé serán medios importantes de conocimiento a través del tacto del medio que le rodea.

A partir del año de vida, empieza un sistema de exploración más asociada con las manos; cuando el bebé explora los objetos, atiende a algún detalle concreto de dicho objeto. 
A los dos años, los niños compara los objetos manilándolos para determinar su forma, tamaño y también sus funciones. En definitiva, va consolidando su conocimiento de las propiedades perceptibles de los objetos. 

Los padres tienen que estimular táctilmente a sus hijos para desarrollar la discriminación y agudeza táctil de conocer el propio cuerpo y sus posibilidades y de apreciar y reconocer las cualidades táctiles, tales como:
• superficie (lisa, discontinua, áspera...)
• consistencia (blanda, dura, elástica...)
• materia (algodón, cartón, madera, papel...)
• temperatura (caliente, frío, templada...)
• forma (alargada, circular, cuadrada, esférica...)
• dimensión (ancho, alto, estrecho, grueso...)
• humedad (seco, mojado...)
La estimulación táctil permite adquirir información a sobre procesos tales como vibración, temperatura, peso, flexibilidad, elasticidad, suavidad, aspereza, humedad o sequedad necesarios para muchas funciones cognitivas.
Los padres deben desarrollar la memoria táctilmediante todo tipo de manipulaciones de objetos mediante el tacto y que van a favorecer la percepción táctil, ya que en su exploración se ponen de manifiesto las características o cualidades de los objetos, tales como, palpar materiales suaves como pieles, terciopelos; describir sensaciones, caminar descalzo sobre serrín, arena, hojas; describir sensaciones, identificar personas, objetos y dibujos (siluetas), explorándolos con el tacto sin verlos y después describirlos con detalles. Todo esto consolidará la memoria táctil de forma progresiva.estimulaciones del tacto en el bebé
La percepción táctil es otro de los medios por el que el cerebro analiza e integra estímulos táctiles sobre objetos, hechos, sensaciones o situaciones: es capaz de reconocerlos e incluso de identificar entorno en el que se desarrollan. El cerebro no solamente percibe las sensaciones táctiles sino que les da un significado e integración en el contexto en el que se desarrollan, por lo que este proceso de percepción tiene un carácter complejo y desarrolla e integra  amplias áreas cerebrales.
Diferentes estudios llevados a cabo con estimulación táctil demuestran que el cerebro es capaz de generar percepción espacial mediante el tacto, de determinar el alto grado de eficacia del tacto para determinar la posición y morfología de los objetos; asimismo, el cerebro ofrece una gran capacidad de memoria especializada sobre percepciones generadas por la vía somatosensorial.
Además, se han identificado áreas cerebrales responsables de la densidad de receptores y aplicaciones de estimulación táctil de la discriminación, elaboración, integración de la información táctil o de la información multimodal en sujetos invidentes (incluida la visual) del córtex parietal.

Tomás Ortiz Alonso. Catedrático-Director del Departamento de Psiquiatría y Psicología Médica.
Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid


LA IMPORTANCIA DE LAS SENSACIONES 


Las sensaciones que nos informan de lo que sucede en el exterior del organismo (exteroceptores):

La visión: el funcionamiento correcto todos los niveles del cerebro y la integración de múltiples tipos de sensaciones con los datos visuales son imprescindibles para dar significado el entorno.

El sonido: las señales auditivas bajan a otras zonas del tronco encefálico y el cerebro para combinarse con otras sensaciones y mensajes motrices. La información auditiva, fundida con otros datos sensoriales, se trasmite luego a varias zonas de los hemisferios cerebrales.

Los sabores: La lengua ofrece información sobre la composición química de las partículas con las que entra en contacto. A cuatro sensaciones gustativas: dulce, amargo, ácido y salado. Y todas son vitales para disfrutar de la comida y para mantener alejados sustancias potencialmente dañinas para nuestro cuerpo.

Sentido del tacto:



La piel tiene muchas clases de receptores para captar las sensaciones del tacto, la presión, la textura, el calor o frío, el dolor y el movimiento del vello que la recubre.

Los núcleos del tronco encefálico que procesan los datos táctiles nos informan sea algo toca la piel y si ese algo causa dolor, frío, calor, humedad o nos hace daño.

El tacto es el primer sistema sensorial que se desarrollan el seno materno y que es capaz de funcionar eficientemente cuando los sistemas visual y auditivo están empezando a desarrollarse.



Sentido propioceptivo:

Las sensaciones que nos informan del lugar que ocupa nuestro cuerpo en el espacio y de su movimiento.
Las sensaciones propioceptivas suben por la médula espinal hasta el tronco encefálico y el cerebro, y parte de ellas alcanzan los hemisferios cerebrales. La propiocepción nos ayuda movernos.

Sentido vestibular: 



Gravedad, movimiento de la cabeza y el equilibrio (sentido vestibular):

El laberinto contiene, por un lado, los receptores auditivos y, por otro, los dos tipos de receptores vestibulares.
El primer tipo de receptores responden a fuerza de la gravedad. Estos receptores están compuestos por un conjunto de cristales de carbonato cálcico adosados a neuronas finas como pelos. La gravedad tira de estos cristales hacia abajo, presionando y moviendo estas células finas que se encargan de activar las fibras nerviosas del nervio vestibular. Este es el medio que lleva los datos sensoriales vestibulares a los núcleos vestibulares del tronco encefálico.
Los receptores de la gravedad son también sensibles a las vibraciones de los huesecillos que cimbrean los cristales.
El segundo tipo de receptores vestibulares esta encerrados en los canales semicirculares, con los que circula un líquido. Hay tres pares de canales en cada oído interno: el primero vertical, el segundo horizontal y en tercero dispuesto de atrás adelante.
Los receptores producen entonces impulsos que fluyen por el nervio vestibular hasta los núcleos vestibulares. Estos datos sensoriales cambian siempre que la cabeza modifica la velocidad o la dirección de su movimiento, razón por la que reciben el nombre de sensaciones de movimiento.
La combinación de los datos de los receptores gravitatorios y los canales semicirculares es muy minuciosa y nos dice con total exactitud dónde nos encontramos con relación a la gravedad, si nos estamos moviendo o estamos quietos y a qué velocidad nos estamos desplazando y en qué dirección.

Déficit de la integración sensorial.
Esta deficiencia aparece cuando el cerebro no es capaz de integrar bien las sensaciones y esto afecta a muchas actividades de la vida diaria. Entonces el niño que lo padece tiene que realizar más esfuerzo que los demás y enfrentarse a más complejidades en su vida, pero desgraciadamente los resultados suelen tener menos garantía de éxito. Algunos de los que lo padecen tienen una apariencia normal en varios sentidos por ejemplo hay muchos que tienen un cociente intelectual igual o superior a la media, sin embargo otros tienen diagnósticos médicos no asociados a la integración sensorial y pueden mostrar problemas que trascienden las propias de esta clase de disfunciones.

Síntomas.
Existen dos tipos de situaciones en los niños: a) niños que en sus inicios destacaban por un cierto déficit en determinadas actividades vitales como: no gatear, no darse la vuelta, problemas con el atado de cordones, montar en bicicleta; b) hay otros niños que a simple vista no se aprecia que tengan este déficit.

Ante todo, los niños que lo padecen, sus nervios y músculos funcionan perfectamente mientras que el cerebro es el que se ve obstaculizado para efectuar asociaciones necesarias. Otro problema común es cierta demora en el desarrollo del lenguaje.

También es cierto que cualquier tarea por mínima que sea para él siempre va a ser compleja y que la eficiencia y el resultado son peores.

Actualmente gran parte de los niños que sufren hiperactividad es consecuencia de un proceso incorrecto de la integración sensorial.

Problemas en la escuela.

Los niños con este déficit suelen presentar algunas dificultades en el entorno escolar como las que se exponen a continuación:

· Problemas en lectura, escritura y aritmética.

· Dificultad para las relaciones con otros niños.

· Para el niño es un estrés el estar en el colegio ya que tiene que hacer mucho más esfuerzo que sus compañeros para lograr lo mismo que ellos.

· Obstáculos en varias tareas como: sostener las tijeras con una mano, no romper la mina de un lápiz, pasar de una actividad a otra etc.

· Trabas para competir en deportes, prestar atención a la docente o recordar ordenes de dos cosas que se deben realizar simultáneamente.

· Mayor distracción con cualquier estímulo ya que su cerebro se sobreestímula y su funcionamiento se altera dando la respuesta con una excesiva actividad. Dicha hiperactividad no es voluntaria ya que es una reacción compulsiva a las sensaciones que el niño es incapaz de anular o de organizar. Esto hace que concentrarse sea una misión imposible.

· Incapacidad para explicar lo que le pasa y tampoco entiende lo que le pasa.

Todas estas dificultades se resumen en: 

Hipersensibilidad al tacto, movimiento, luces o sonidos Esta hipersensibilidad puede ser manifestada en comportamientos tales como irritabilidad o retirada cuando se le toca, evitar ciertas texturas de ropas o de comidas, distracción, o reacciones de miedo al movimiento en actividades ordinarias, como las actividades típicas de los juegos en los recreos.

Hipo reactividad a la estimulación sensorial En contraste con los niños hipersensibles, un niño hipo reactivo puede buscar experiencias sensoriales intensas, por ejemplo dar vueltas sobre sí mismo o chocar adrede con los objetos. Algunos niños fluctúan entre los dos extremos de hiper o hipo reactivos.

Nivel de actividad inusualmente alto o bajo El niño puede estar en movimiento constantemente o, puede ser lento en activarse y fatigarse fácilmente. De nuevo, algunos niños pueden fluctuar de un extremo a otro.

Problemas de coordinación Los problemas de coordinación se pueden ver en actividades motoras gruesas o finas. Algunos niños pueden tener un equilibrio pobre, mientras que otros tienen gran dificultad en aprender a realizar nuevas tareas que requieren coordinación motora.

Retraso en el habla, lenguaje, habilidades motoras o rendimiento académico Estos signos pueden ser evidentes, ya en preescolar como signos de una integración sensorial deficitaria. En la edad escolar, puede haber problemas en algunas áreas académicas a pesar de una inteligencia normal.

Pobre organización del comportamiento Los niños pueden ser impulsivos o de fácil distracción y mostrar falta de planeación al abordar las tareas. Algunos niños tienen dificultad al ajustarse a una nueva situación. Otros pueden reaccionar con frustración, agresión, o huir o rechazar cuando se dan cuenta de que fracasan.

Pobre autoestima A veces, un niño que experimenta los problemas que acabamos de mencionar, no se siente bastante bien. Un niño listo con estos problemas puede saber que algunas tareas son más difíciles para él que para otros niños, pero puede no saber por qué esto es así. Este niño puede parecer perezoso, aburrido, o desmotivado. Algunos niños pronto encuentran maneras de evitar esas tareas que son duras o embarazosas. Cuando esto ocurre se suele considerar al niño como problemático o testarudo. Cuando un problema es difícil o incomprensible, padres e hijos pueden sentirse, ambos, culpables. La tensión familiar, el pobre autoconcepto, y en general el sentimiento de desesperanza prevalece.

Actividad terapéutica

La terapia de la integración sensorial es integral, es decir, involucra a todo el cuerpo, a todos los sentidos y a todo el cerebro; y la habilidad de organizar las sensaciones y de producir respuestas adecuadas, ayuda al cerebro a organizar otras funciones.

El observador no cualificado ve que el niño esta divirtiéndose y participando en ejercicios de movimiento donde la terapeuta experimentada ve sistemas sensoriales que se están activando y respuestas motrices que están ocurriendo o no están ocurriendo.

La terapeuta compara estas respuestas con los resultados de la evaluación inicial. Guarda informes escritos y registra sus propias observaciones durante todo el progreso del niño.

Los terapeutas poseen una extensa colección de aparatos de ejercicios, debido a que cada niño tiene necesidades neurológicas diferentes. Si el niño puede, él mismo elige el aparato que quiere utilizar, si no, la terapeuta le guía a hacer la elección más acertada. Se debe tener cuidado, ya que las sobrecargas sensoriales no son buenas para el sistema nervioso y suelen ocurrir con más rapidez que frecuencia en los sistemas nerviosos disfuncionales.

El ambiente terapéutico

Uno de los objetivos de la terapia es reforzar la voluntad del niño para que pueda dirigirse mejor en la vida.

Muchos niños con problemas de integración sensorial también tienen problemas de autoconfianza, no se sienten bien consigo mismos; además la disfunción les hace sentir menos competentes que los demás en muchas destrezas (se comparan con sus amigos). Empiezan a sentirse inferiores y frustrados.

A veces, los niños acuden a terapia pensando que les van a exigir cosas más allá de las simples y básicas; y tienen miedo a realizar las que están a su alcance. Han aprendido que la gente siempre espera más de lo que pueden dar, y piensan que esto ocurrirá con la terapeuta, por ello no eligen actividades que desarrollarían sus funciones sensoriomotoras. Cuando esto ocurre, la terapeuta debe dedicar tiempo a esa resistencia y ayudar al niño a que aprenda a tener confianza en ella y en el ambiente terapéutico.

La terapeuta debe estimular el impulso interior. Las actividades deben estar adaptadas a las capacidades y necesidades del niño; deben ser tentadoras y no amenazadoras. Las experiencias vestibulares, táctiles y propioceptivas se las proporciona la terapeuta.

El ambiente debe ser óptimo para que el niño sienta la terapia como algo divertido; más adelante cuando vaya progresando, estos avances serán su motivación para ir a las sesiones, además le servirán a la terapeuta para saber que el ambiente que está dando al cerebro es justo el que necesita.

La terapeuta debe establecer un equilibrio entre estructura y libertad en las actividades, para ayudar al niño a desarrollar tanto su organización neuronal como su voluntad interna.












jueves, 9 de mayo de 2013

Más cosas que hay que saber sobre Integración Sensorial

La Teoría de la Integración Sensorial fue creada para abordar estos problemas de desarrollo en los niños.
Su creadora fue la doctora Jean Ayres, terapeuta ocupacional estadounidense, que formuló dicha teoría a partir de sus propias investigaciones y estableció también la evaluación y el tratamiento de las disfunciones de integración sensorial.

La Dra. Jean Ayres, con formación avanzada en las neurociencias y la psicología educativa, fue la primera en describir un conjunto de conductas atípicas relacionadas con un procesamiento sensorial deficiente. Sus investigaciones (1954-1988) fueron pioneras y revolucionaron la práctica de la Terapia Ocupacional Pediátrica con la elaboración de la Teoría de la Integración Sensorial.
La Teoría explica que la base para un correcto desarrollo perceptivo y cognitivo radica en un buen desarrollo sensorio-motor. Cada individuo debe interpretar adecuadamente la información sensorial que le llega al SNC, tanto del entorno como del propio cuerpo, para planificar acciones adaptadas a las exigencias del ambiente. Aunque la Teoría de la Integración Sensorial tiene en cuenta todos los sistemas sensoriales, se centra especialmente en tres:El sistema táctil,  el sistema propioceptivo y el sistema vestibular.

Un elevado número de niños con problemas de aprendizaje, conducta, descoordinación motriz, hiperactividad, disfunciones relacionadas con el autismo, déficit de atención,... presentan un trastorno en el procesamiento sensorial. Es decir, el SNC, no es capaz de interpretar  y organizar adecuadamente las informaciones captadas por los diversos órganos sensoriales, por tanto, tampoco puede utilizar dicha información para responder eficazmente a los múltiples estímulos del entorno.

Cuando un niño tiene dificultades para interpretar los estímulos (internos y ambientales), puede tener impedimentos para desarrollar sus capacidades, relacionarse con los demás, tener respuestas de rechazo o falta de atención.

Todas estas situaciones pueden afectar a su aprendizaje, su estabilidad emocional, a sus relaciones sociales y, en general limitar su participación en cualquiera de sus actividades cotidianas.

Utilizando este enfoque, proporcionamos al niño un entorno especialmente diseñado para ofrecerle actividades que cubran sus necesidades sensoriales, su aprendizaje y su desarrollo, de manera global.

La Terapia Ocupacional

La Terapia Ocupacional se centra en ayudar a las personas a alcanzar la independencia en todos los ámbitos de sus vidas. La Terapia Ocupacional en pediatría ayuda a los niños con diversas necesidades a mejorar sus habilidades motrices, sensoriales cognitivas y psicosociales, mejorando asimismo su autoestima y sentido de logro.
La actividad principal de un niño es jugar y aprender; por medio de terapia ocupacional se pretende detectar las diversas necesidades del niño con el fin de proporcionar un tratamiento temprano a través de actividades terapéuticas y de este modo maximizar su potencial en el hogar, la escuela y durante el juego. Este servicio tiene como objetivo primordial brindar a los niños una mejor calidad de vida y a sus padres la satisfacción de ver el desarrollo sano de sus hijos.

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Habilidades y destrezas que se busca desarrollar:

  • Habilidades de motora gruesa y motora fina
  • Postura, tono muscular y equilibrio
  • Esquema y conciencia corporal
  • Escritura y coordinación viso-motora
  • Habilidades viso-espaciales
  • Integración Sensorial y Praxis
  • Atención y concentración

Objetivos

  • Evaluar las habilidades y capacidades de los niños(as).
  • Realizar un programa de intervención de acuerdo a las necesidades de los niños(as).
  • Promover el desarrollo de habilidades y destrezas (motrices, sensoriales, cognitivas y psicosociales) del niño(a).
  • Prevenir las dificultades que podrían afectar el desempeño escolar de los niños(as).
  • Adaptar actividades para que se ajusten a las necesidades de los niños(as).
  • Proporcionar al niño(a) y a su familia un mayor bienestar físico, emocional, cognitivo y psicosocial.

Integración Sensorial

La integración sensorial es un proceso neurológico en el que el sistema nervioso central recibe información que proviene del cuerpo (sonidos, luz, objetos, texturas, movimiento etc.), la organiza, la integra con otros estímulos y produce una respuesta apropiada a cada sensación; permitiendo así participar de manera efectiva en su actividades.
Nuestros sistemas sensoriales (táctil, auditivo, visual, propioceptivo y vestibular) son los encargados de transmitir estas sensaciones al sistema nervioso central. El Trastorno de Procesamiento Sensorial (SPD, por sus siglas en inglés Sensory Processing Disorder) se da cuando la información sensorial no es transmitida y organizada adecuadamente, alterando nuestra capacidad de responder de manera efectiva a las demandas ambientales. Esto, afectando destrezas como: vestirse, comer, escribir, participar en clases, auto-regular emociones, relacionarse con otros niños, hablar y coordinar movimientos, entre otras.
El tratamiento para niños con SPD consiste en Terapia Ocupacional con un enfoque de Integración Sensorial. Se llevan a cabo varios tipos de actividades, las cuales son seleccionadas de acuerdo a las necesidades específicas del niño, promoviendo que el niño se divierta mientas logra respuestas funcionales a los estímulos sensoriales.
Este tratamiento se lleva a cabo en una clase adaptada, rica en estímulos sensoriales, que le permite al niño moverse y experimentar diferentes sensaciones, mientras aprende nuevas destrezas.
Bienvenidos a todos al Blog de Sentits!!!

En este espacio esperamos poder compartir con todos, padres, profesionales y niños, información interesantes para hacer más fácil el día a día de nuestros pequeños, opiniones, consultas, y mil cosas más que se nos vayan ocurriendo.

Somos Terapeutas Ocupacionales especializadas en Pediatría, y tenemos muchas que compartir sobre el desarrollo infantil y el bienestar de los niños.

Os esperamos por aquí.

Un saludo
Terapeuta SENTITS